jueves, 18 de noviembre de 2010

Libros que me gustan

 Dos magníficas A... Venturas:

ABCdario
Texto: Antonio Ventura
Ilustraciones: Noemí Villamuza
Edición: Nórdica, 2010





La caja de los tesoros
Texto: Antonio Ventura
Ilustraciones: Juan Vidaurre
Edición: Sinsentido, 2010







Dos ejemplos de originalidad y de obra bien hecha, limpia y clara, de colaboración, para leer a sorbos y ojear con deleite. Dos libros que muestran un conjunto de elementos dentro de un recinto cerrado y perfectamente delimitado:  las letras del alfabeto y los objetos guardados en una caja. Dos álbumes que me piden ser comentados juntos, porque son tan iguales como diferentes, por raro que esto parezca.
En ABCdario, Antonio Ventura idea que cada letra forme parte de una palabra que forma parte a su vez de una frase. En la página contigua, la ilustración "enseña" la imagen de esa frase. En este libro, el texto es en sí mismo evocador (por lo connotativo, lo poético, lo literario simplemente): La Cama es una barca que navega entre sueños, La Gata sueña con ser pantera, En la Jaula vive un limón.
En La caja de los tesoros, Antonio Ventura nos cuenta cómo Pablo destapa la caja heredada de su abuelo y desvela los tesoros guardados en ella. La estructura es la misma: páginas pares con el texto, páginas impares con las ilustraciones. En este caso, sin embargo, el texto es una enumeración de objetos guardados, de los "tesoros" de la caja; no produce la extrañeza que hallamos en ABCdario.
Las ilustraciones de Noemí Villamuza en ABCdario transforman el texto en dibujos realizados a lápiz con un añadido de color, un elemento del dibujo es entintado en rojo (el mismo rojo que resalta en la letra protagonista); son ejercicios de estilo que interpretan la frase correspondiente de la letra correspondiente.
Las ilustraciones de Juan Vidaurre son fotografías y collages, y son la parte que añade contenido poético al álbum, la que convierte el texto descriptivo de cada página en un poema visual. La sensación de "qué curioso es lo que puede guardarse en una caja", con las ilustraciones se convierte en "es asombroso, sorprendente y emocinante lo que se ha guardado en esta caja". Es curioso, en este álbum, la realidad (los objetos atesorados) radica en el texto, en la literatura, mientras que la fantasía, generalmente patrimonio de la palabra, es aportada por las imágenes.
Ambos libros son dos actos de complicidad creativa magníficos que los lectores-voyeurs agradecemos y apreciamos enormemente, tengamos 6 o 66 años.

Vídeo promocional de Nórdica sobre ABCdario:



Dos ejemplos del contenido de La caja de los tesoros:

Un alfiler de cabeza negra



Un sello de la Argentina




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